Las plagas agrícolas pueden causar efectos adversos en la productividad de los cultivos. Para mitigar esos efectos, se depende del control químico, debido a que es efectivo y constituye la única herramienta que puede ser utilizada cuando se sobrepasan los umbrales económicos de infestación. No obstante, el uso indiscriminado de plaguicidas trae como consecuencia problemas de contaminación ambiental, sobre la salud humana y desequilibrios ecológicos en los agroecosistemas conllevando en ocasiones a vertiginosos incrementos poblacionales de algunas plagas. En contraposición, el control biológico es considerado una alternativa sostenible, ya que por su ocurrencia natural y apreciable efecto, es la primera opción a ser considerada en programas de manejo integrado de plagas. Dentro de los agentes de control biológico se encuentran los depredadores que se caracterizan por consumir muchas presas durante toda su vida. En Ecuador, existen experiencias que refieren la ocurrencia natural de depredadores, así como su inclusión en programas de control biológico aplicado. El presente trabajo tuvo como objetivo, analizar el rol que han jugado los depredadores en el manejo de plagas agrícolas, así como las implicaciones y las perspectivas de esta alternativa en Ecuador.