“…Se apuesta por el desarrollo del pensamiento local, al asumir que las teorías revelan a la sociedad tener una fuerte influencia o tendencia colonizadora desde su origen, lo que conlleva poner interés en la pluralidad y singularidad regional, constituyéndose en acciones de resistencia en relación con la hegemonía estadounidense y europea, que, en la práctica, podría tener efectos no deseados, conducentes hacia la relajación de lo riguroso de las indagaciones, al considerar que la crítica a la teoría hegemónica no está acompañada de un aporte metodológico alternativo; y de otra, la implícita aceptación de inferioridad, podría conducir hacia la inacción científica o retracción de participación en el quehacer de la ciencia (Arnold-Cathalifaud, 2012). Si bien, esta mirada cuestiona el cientificismo desarrollista, incluido la postura del marxismo soviético, según Beigel (2006), el cual no implica cerrar las posibilidades en el nivel micro y resignarse únicamente al estudio de casos (Beigel, 2006, p. 320), postura que sería sesgada.…”