Chile es uno de los pocos países de América Latina que no ha reconocido a los pueblos indígenas como constitucionales. Pese a esta limitante, se ha generado un progresivo desarrollo jurídico-legal que ha ido formalizando sus derechos y participación en la sociedad. Tomando una perspectiva institucionalista-histórica, en este artículo se examina esta evolución a partir del análisis de poco más de mil cuerpos legales, varias decenas de comités, consejos y comisiones creados para representar los intereses indígenas. Se observa una gradual densificación de los marcos formales que regulan los derechos de las comunidades indígenas en lo que se ha denominado una “juridización de la temática indígena”. Luego se sistematizan poco más de 20 mil cargos de representación para observar hasta qué punto esta “juridización” ha tenido efecto en una mayor presencia de representantes indígenas en cargos de poder. Se concluye que, pese a la densificación jurídico-formal, los espacios institucionales interculturales tienden a ser predominantemente consultivos y se advierte una mayor presencia de ellos a nivel local, más que nacional. El trabajo constituye una contribución empírica relevante al sistematizar por primera vez los espacios institucionales interculturales en el país. Desde el punto de vista teórico, se confirma que la formalización de relaciones interculturales abre opciones para el desarrollo de nuevas dinámicas institucionales. Sin embargo, también se advierten las resistencias que existen a nivel institucional para la inclusión de grupos desaventajados de la sociedad en espacios de poder.