En 1996, Feder y cols. (1,2) comunicaron el hallazgo de un gen en el brazo corto del cromosoma 6 (6p21.3), próximo a la región del HLA, que posteriormente pasó a denominarse HFE y que se relacionaba con la hemocromatosis hereditaria (HH). Este gen codifica una glicoproteína de 343 aminoácidos-perteneciente a la familia de las moléculas de histocompatibilidad de clase I-que se une a la β2-microglobulina y se expresa en la membrana de algunas células. Esta proteína interacciona en la membrana celular con el receptor de la transferrina 1 (TfR1), reduce la afinidad de esta por la transferrina y, en consecuencia, interviene en el metabolismo del hierro (3,4). En ella se pueden reconocer tres asas extracelulares (α 1 , α 2 y α 3) y una región corta intracelular. Su interacción con el TfR-1 se realiza a través de una depresión existente entre las asas α 1 y α 2 (5). El asa α 3 se forma por existir un puente tiónico entre las dos cisteínas. Esta asa juega una función esencial para su unión no-covalente a la β 2-microglobulina (β 2 MG) y para junto a esta su transporte desde el retículo endoplásmico donde se sintetiza a la superficie de las células (6). En la publicación original de Feder y cols. ya se señalaba que existían dos mutaciones en ese gen cuya presencia se encontraba estrechamente relacionada con la HH. Estas dos mutaciones eran la 845G→A (C282Y) y la sustitución 187G→C (H63D). La primera impide la unión tiólica que da lugar a la formación del asa α 3 de la molécula HFE. Por esta razón, la molécula HFE que se sintetiza en el retículo endoplásmico no puede unirse a la β 2 MG y, en consecuencia, no puede migrar a la membrana celular y no se aparece en la superficie de las células (3). La segunda mutación, la 187G→C, origina el cambio de una histidina por un aspartato en el aminoácido de la posición 63 (H63D). Este cambio es menos trascendente, ya que no impide que la HFE se localice en las membranas celulares y que interaccione con el TfR1. Sin embargo, es posible que esta mutación disminuya la afinidad de la molécula HFE por su ligando, el TfR-1 y, con ello, favorezca al absorción intestinal de hierro (2). Más recientemente se han descrito otras muchas mutaciones en el gen HFE cuya significación clínica es dudosa (7). La más frecuente se localiza en la vecindad de la H63D, es la S65C, que también parece ejercer efectos sobre el metabolismo del hierro, ya que su presencia se ha asociado con cierto grado de siderosis, en especial cuando al mismo tiempo está presente la C282Y, existe abuso alcohólico o algún otro factor que favorezca la sobrecarga de hierro (8). En su primera publicación sobre el gen de la HFE, Feder y cols. destacaron que estas dos mutaciones se encontraban estrechamente relacionadas con la acumulación excesiva de hierro en el organismo y con la existencia de una HH (1). Esta relación ha sido confirmada por numerosos estudios posteriores, si bien la frecuencia de esta asociación varía mucho de unos países a otros. Mientras que es alta en los países del norte de Europa, es más baja en los de la cue...