La infancia es el sur del virus, como ha visibilizado la pandemia de COVID-19: un mundo donde el cuidado no es un valor escogido desde el deseo, y donde la voz infantil es silenciada en virtud de una injusticia epistémica ancestral. Así, la transformación que las sociedades humanas están experimentando debido a la COVID-19 ha impactado significativamente en los derechos de la infancia, a niveles micro y macro. En España, como país especialmente golpeado por la pandemia, encontramos que tanto la primera infancia (a través especialmente de la violencia obstétrica) como ella misma en todas sus fases, están siendo víctimas de un paradigma adultocéntrico de control e injusticia epistémica basales. En este ensayo se analiza y discute algunas de las consecuencias negativas observadas en este país con relación al cuidado y el confinamiento de menores y sus familias, acaecidas a raíz de la pandemia, considerando que la crisis desencadenada por la COVID-19 puede ser una oportunidad para visibilizar situaciones de injusticia ancestral para con la niñez.