El cuidado es una práctica eminentemente humana, el cual –para la enfermería– se transforma en aquello que se aproxima a la vida de las personas, a la imperativa necesidad de sobrevivir, de inventar y de crear hábitos, formas subjetivas de interactuar que respondan a la salud propia y del otro. En este sentido, el objetivo de esta reflexión es dar a conocer el cuidado, desde la epistemología para la comprensión de este como condición humana; relacionada con las ciencias del espíritu y las ciencias naturales. Para llevar a cabo lo propuesto se realiza un análisis de los constructos disciplinares, partiendo de la definición de enfermería como una aproximación a la experiencia de salud humana y del cuidado como uno de los múltiples fenómenos de interés en la enfermería. Se problematizan los conceptos de erotismo y amor como un fundamento del cuidado y, por ende, también objeto de estudio de la disciplina enfermera. Ante esto, se concluye que el cuidado es una forma de amar(se) y el erotismo es el medio por el cual se genera el vínculo entre los seres humanos en los que se posibilita el cuidar, lugar donde la enfermera es parte de un saber y de los procesos que se llevan a cabo para lograr el cuidado.