“…En este sentido, el efecto de distracción puede tener una repercusión sanitaria negativa sobre muchos enfermos que se debe tratar de prever (2) . Aunque la presencia de síntomas neurológicos en los pacientes afectados por Covid-19 es aparentemente baja en las series de pacientes (3,4,5,6,7,8) y en dos estudios específicos en pacientes hospitalizados (9) o casos aislados (10) y las consecuencias en el sistema nervioso central a medio y largo plazo no se conocen (11,12,13) , la repercusión sobre el resto de enfermos neurológicos puede ser grande si no se atienden de forma específica, considerando que las enfermedades neurológicas son la principal causa de discapacidad global. El presente artículo no pretende discutir la puesta en marcha o la adaptación de protocolos diagnósticos y/o terapéuticos en las distintas enfermedades neurológicas, lo que ya han hecho muchas sociedades de neurología o grupos de expertos, sino que pretende describir decisiones operativas que se han tomado debido a la situación, como se han hecho en otras especialidades (14,15,16) o como se ha sugerido tras en análisis de situaciones similares (17) El confinamiento ha formado parte de la estrategia para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad, y ello ha condicionado la atención médica.…”