RESUMENObjetivos: identificar las escalas de valoración del riesgo de desarrollar úlceras por presión en la infancia (EVRUPP) publicadas en la literatura científica internacional y determinar cuáles de ellas han sido validadas. Métodos: revisión sistemática de la literatura científica. Se realizó una búsqueda en las 14 principales bases de datos bibliográficas internacionales de ciencias de la salud. Se incluyeron los estudios publicados entre 1962 y 2009, sin restricción idiomá-tica, que fueran prospectivos, con pérdidas < 25%, con seguimiento sistemá-tico y que aportaran datos de validez, capacidad predictiva o fiabilidad. La valoración de la calidad metodológica de los estudios se ha realizado mediante el CASP. Los indicadores analizados han sido: validez, magnitud de efecto (RR) y fiabilidad. Resultados: se han encontrado 17 estudios que identifican un total de 11 EVRUPP para niños. La mayoría han sido desarrolladas para cuidados intensivos neonatales, en base a escalas previas. Sólo tres escalas tienen al menos un estudio de validación: NSRAS, Braden Q y Starkid Skin. Los valores de sensibilidad y especificidad de estas escalas son: Braden Q, sens. = 88% y especif. 58%; NSRAS, 83% y 81%; y Starkid Skin, 17% y 98%. La escala NSRAS tiene buenos valores de validez, pero se obtuvieron con una muestra de pacientes demasiado pequeña, por lo que estos datos necesitarían validación adicional. La escala Starkid tiene un valor de sensibilidad demasiado bajo. La escala Braden Q es la única que muestra unos valores aceptables de validez y capacidad predictiva, aunque su fiabilidad interobservadores no ha sido medida y precisa de más estudios que confirmen estos da-
INTRODUCCIÓNLas úlceras por presión (UPP), como heridas crónicas, son un problema tan antiguo como la propia humanidad, que ha afectado y afecta a todas las personas, sin distinción social (1) y que aún siguen siendo una epidemia viva, alarmante para nuestros servicios sociales y sanitarios, y para toda esta sociedad del bienestar en la que vivimos (2).Constituyen un problema de salud que afecta a todos los sistemas sanitarios en todos los niveles asistenciales (3) y, aunque se han asociado generalmente con las personas ancianas que son las que las sufren de manera mayoritaria, los diferentes estudios de prevalencia (4-6) ponen de manifiesto que son una realidad permanente en pacientes lesionados medulares y creciente en los pacientes pediátricos, especialmente en el contexto de los cuidados intensivos. El primer