“…Una serie de factores geográficos y ambientales estarían determinando los patrones de diversidad de aves a lo largo de la gradiente altitudinal de los Andes; y aunque la diversidad tiende a disminuir en las zonas más altas, la mayor riqueza de especies se registra alrededor de los 4000 m de altura (Sevillano-Ríos, 2017). Al respecto algunas especies que habitan en los Andes se desplazan hacia los humedales costeros o ambientes acuáticos del Bosque Tropical Húmedo, durante el invierno Austral, entre mayo y agosto; observación que había sido señalada por el ornitólogo Dorst desde 1956, (Pulido, 2018b). Todo ello indicaría que probablemente siguieran por el altiplano de La Paz, Oruro y las selvas de Santa Cruz en Bolivia (Schmitt et al, 1986), sur oeste de Brasil (Morrison et al, 2008), Paraguay (Dunning y Ridgely 1982); Santa Fe en Argentina (Narosky, 1973), siguiendo la ruta del río Paraná, a través del corredor fluvial Paraguay-Paraná, una conocida ruta de aves migratorias al interior del continente (Blanco et al, 2020).…”