“…La valoración inicial de los pacientes con tumores de CyC se basa en la anamnesis, en la exploración física detallada, en la endoscopia con biopsia dirigida y en estudios de imagen convencionales, que incluyen la ecografía, la TC y la RM, dependiendo de la localización. Estos procedimientos diagnósticos permiten detectar cambios en el tamaño y en la distorsión anatómica, es decir, tienen en común que necesitan de la existencia de una alteración morfológica o estructural (7). Sin embargo, presentan algunas limitaciones, como la baja sensibilidad para detectar lesiones de pequeño tamaño que se asientan sobre un órgano sano, detectar la respuesta precoz al tratamiento o diferenciar la persistencia de enfermedad residual de los cambios secundarios al tratamiento (7,8).…”