Estigmatización social de las enfermeras de cuidados intensivos al inicio de la pandemia por coronavirus

Abstract

Objetivo: Explorar los factores de la estigmatización social de las enfermeras de cuidados intensivos al inicio de la pandemia por Covid-19. Método: Estudio observacional exploratorio para comprobar los factores de la estigmatización social en enfermeras de cuidados intensivos que atendieron a pacientes con Covid-19 al inicio de la pandemia mediante muestreo no probabilístico. Se empleó el Cuestionario de Estigma Referenciado para Enfermeras en Cuidados Intensivos. Resultados: Participaron 135 enfermeras, 82,2 % mujeres, 85,9 % entre 25 y 44 años. Manifestaron como sintomatología asociada estrés (36,3 %), insomnio (32,6 %) y ansiedad (31,8 %). La escala mostró un coeficiente α Cronbach 0,866, un índice Kaiser Mayer Olkin 0,886, y Bartlett <0,001, con tres esferas de estigma social que alcan-zaron el 61,71 % de la variabilidad del constructo: Aislamiento Social, Exposición a SARS-Cov-2 y Vulnerabilidad profesional. Conclusiones: La vulnerabilidad profesional se asienta sobre el estrés, la sensación de fragilidad o la preocupación por el contagio, presentándose sentimientos ambivalentes. El aislamiento social estaría causado por las actitudes negativas sociales que provocan estereotipos. El estigma social se presenta en el contexto de atención a pacientes con enfermedades infectocontagiosas emergentes.

Impact of Work–Life Balance on the Quality of Life of Spanish Nurses during the Sixth Wave of the COVID-19 Pandemic: A Cross-Sectional Study

“…Thus, health care workers were exposed to highly stressful situations throughout the pandemic [ 20 ], combining occupational and non-occupational risk factors such as insecurity, confinement measures, extensive media coverage and fear of contamination [ 22 ]. In addition, the pandemic also cast a shadow of discrimination over health workers, including nurses, adding another layer of complexity and emotional burden to their already challenging circumstances [ 23 ]. The stigma associated with being on the front lines of fighting a highly contagious disease not only exacerbated the stress and emotional toll, but also created barriers to social acceptance and support for these professionals.…”