“…Por esta razón se ha sugerido que la evaluación de la inteligencia sea realizada a través de pruebas no verbales, como el Test de Matrices Progresivas de Raven (Dawson et al, 2007), para asegurar que la naturaleza de la prueba no condicione los resultados obtenidos. No obstante, la aplicación del WISC-IV, en esta población, ha permitido hacer una descripción más completa de las funciones cognitivas, porque evalúa varias dimensiones, en lugar de solo una, como ocurre con el Raven. En esta misma línea, la discrepancia que reporta la literatura en el desempeño en la escala de Wechsler en población autista (Artigas, 2000;Bölte, Dziobek & Poustka, 2009;Hayashi et al, 2008;Merchán-Naranjo et al, 2011) fue observada en los resultados obtenidos en la presente investigación, donde el rendimiento en el índice de comprensión verbal fue superior en el SA que en el AAF, así como en las subpruebas de Semejanzas, Comprensión y Vocabulario que componen el índice, mientras que en los niños con AAF se observó un mejor desempeño en tareas no verbales, como Claves, Búsqueda de Símbolos, Matrices y Cubos, que están relacionadas con el razonamiento perceptual. No obstante, el desempeño en el Raven fue mejor en el SA que en el AAF, lo cual contradice la hipótesis de que en el SA existe una mayor inteligencia cristalizada; mientras que en el AAF, una mayor inteligencia fluida (Merchán-Naranjo et al, 2011).…”