“…Uno de los recursos más utilizados en el proceso de evaluación de la ansiedad-rasgo son los autoinformes. Así, son numerosos los estudios que han utilizado fundamentalmente el Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) o el Inventario de ansiedad rasgo-estado (IDARE) para medir la ansiedad en diferentes poblaciones: adolescentes (García-Rodríguez & García-Rodríguez, 2021;Méndez-Sánchez et al, 2021), estudiantes universitarios (Fernández-Martínez et al, 2021;Huerta-Ojeda et al, 2021;Pozos-Radillo et al, 2021;Santos-Pazos et al, 2021) y adultos (Bazán-Izquierdo, 2021;Casafranca, 2021;Rodrich-Zegarra, 2020). No obstante, dichos cuestionarios también han sido empleados para diferentes ámbitos, entre el que destacan estudios relacionados con la salud: depresión (Espinosa et al, 2020), parejas infértiles (Álvarez-Morales et al, 2019), sueño e ingesta alimentaria (Serrano et al, 2020), Burnout (Puig-Lagunes et al, 2021 o adicción a sustancias psicoactivas (Contreras-Olive et al, 2020).…”