“…Este incremento en el número de cesáreas que se realizan en todo el mundo es consecuencia de múltiples causas todavía no del todo bien establecidas (11); pudiéndose mencionar un sin número de circunstancias entre las que se destacan el mayor acceso a intervenciones en salud, el nivel de educación o cultural de las madres y mayores réditos económicos al personal sanitario (12). Por su parte, factores como la disminución de los riesgos inherentes a su práctica por los avances registrados en anestesia, técnica quirúrgica y cuidados perioperatorios, la creencia de que ofrece mayor seguridad para el feto y evita problemas que se producen durante el parto como las disfunciones del suelo pélvico, el estrecho control del bienestar fetal intraparto, el aumento de embarazos gemelares como consecuencia del uso de técnicas de reproducción asistida, el miedo en relación con ciertos aspectos médico-legales o las exigencias de una población de pacientes cada vez más demandante (2); asimismo, las edades extremas de la vida reproductiva, la enfermedad hipertensiva del embarazo, así como la edad gestacional menor de 37 semanas o 42 semanas y más, incrementan significativamente la posibilidad de la cesárea (13).…”