“…Se ha observado que la condición de género, en particular, se traduce en problemas y necesidades claramente diferenciados. (Rodríguez, Córdova y Fernández, 2014; En primer lugar, hay que considerar que la mayoría de los programas de tratamiento se focalizan en la atención de una población principalmente masculina, que es la que presenta una mayor demanda de estos servicios, lo que ha favorecido el desarrollo de programas más adecuados para este grupo poblacional no sólo en lo que se refiere a su diseño, sino también a las condiciones reales de su aplicación, incluyendo los horarios en que se programan, la conformación de los grupos, las estructuras de apoyo para facilitar el acceso al tratamiento, etc. (Velázquez y Gracia, 2012;Ramón, 2007;Ramón y Arellanez, 2008).…”