“…Las condiciones crónicas en la infancia se han visto asociadas con un mayor riesgo de problemas emocionales y de comportamiento (Cadman, Boyle, Szatmari, y Offord, 1987;Daud, Garralda, y David, 1993;Martín, 2008), considerándose en la actualidad que la presencia de una enfermedad crónica es un factor de riesgo significativo para desarrollar un trastorno mental como la ansiedad o la depresión (Barros, 1999;Pinquart y Shen, 2011a;Pinquart y Shen, 2011b). De hecho, hay estudios que señalan que un 20% de los sujetos con este tipo de enfermedades tiene altos niveles de problemas emocionales y de comportamiento (Glazebrook, Hollis, Heussler, Goodman, y Coates, 2003).…”