“…(2015) manifiestan que abordar la responsabilidad social de la Facultad de Salud como estamento universitario supone asumir una postura global frente al entorno, que lleva a cada uno de sus actores a adentrarse en su organización para comprender las diversas misiones que les atañe en función de una sociedad altamente saludable y empoderada para vivir más y vivir mejor. Además, obliga a la academia a repensar cómo es su cultura organizacional, con qué políticas de carácter social, medioambiental, laboral y económicas se cuenta para aportar a la necesidad de transformar la realidad que agobia día a día generando en la colectividad desesperanza y falta de credibilidad institucional; y requiere una visión integral del desempeño pertinente y ético, entrelazar las funciones misionales de docencia, investigación, extensión y conocer la opinión de los estudiantes para lograr cambios en las metodologías de enseñanza-aprendizaje e innovaciones docentes, así como favorecer el aprendizaje significativo en los estudiantes (Valdivieso, Montoya y Martínez, 2018).…”