El presente trabajo se propone llevar a cabo un análisis audiovisual y sucinto de diversos trabajos de divulgación científica asimilables al género de cine documental según criterio de la ASECIC (Asociación Española de Cine e Imagen Científicos) con el fin de determinar de qué herramientas atribuibles a la neurociencia comunicativa y sus derivados se sirven para interesar, fidelizar e instruir a sus respectivos públicos. Para ello se llevó a cabo una revisión de literatura de fuentes expertas que permitiera definir el tipo de instrumentos de este tipo que son o han sido aplicables al soporte audiovisual y el modo en que pueden utilizarse. Posteriormente, se procedió al análisis enumerativo de los trabajos más reseñables en cuanto al empleo de técnicas de neurocomunicación dentro de la muestra dada. Muestra que se amplió a soportes digitales de amplia difusión, creando así, una línea narrativa entre el primer documental moderno reconocido (Nanuk, el esquimal, Flaherty, 1922) y la actualidad de la difusión científica audiovisual en soportes tradicionales y redes. La conclusión apunta a que, desde el enfoque recreador -no científicamente estricto- adoptado por este primigenio documental, hasta los canales de difusión con píldoras de diez minutos, la promesa de ocio o ludificación es la que ha arrastrado al público a consumir y aceptar la información contenida en el cine divulgativo, por encima de cualquier otra consideración.