“…Tampoco consideramos que la causa de estas patologías haya sido un evento traumático, ya que no se presentan lesiones en las unidades óseas aledañas, como tampoco se evidencian callos óseos en las zonas lindantes. Específicamente para el caso de la espina bífida oculta observada en CEFA-1 y su asociación a la arsenicosis (Silva-Pinto et al, 2010), no tenemos registros de los niveles de las aguas locales que pudieron ser consumidas por los individuos aquí analizados. Sin embargo, estudios en la población moderna de Antofagasta dan cuenta del contenido de este elemento en aguas y alimentos consumidos actualmente (Cortés, Pino, Atalah, Silva y Jara, 2004;Sancha y Frenz, 2000;Santander, Jamett, Peña, Muñoz y Gras, 1994) y, aunque se reportan varias enfermedades asociadas, ninguna de estas investigaciones menciona la aparición de defectos del desarrollo óseo vertebral (Montalva, 2016;Puga et al, 1973;Rivera y Corey, 1995;Santander et al, 1994).…”