Momordica charantia, una maleza trepadora introducida, es nativa del trópico y subtrópico de Asia y África y se encuentra ampliamente distribuida en Ecuador. En este estudio, examinamos la distribución espacio-temporal de los registros de M. charantia y evaluamos su riesgo de invasión para Ecuador. Se recolectaron ocurrencias de la especie de diversas fuentes (bases de datos y herbarios). Se analizó la distribución de la especie en Ecuador y en áreas prioritarias de conservación, considerando sus preferencias climáticas y ecosistémicas. Se realizó un análisis de riesgo de invasión para Ecuador Continental. Nuestros resultados indicaron que M. charantia fue reportada por primera vez en Ecuador en la región de la costa en 1846. La causa de su introducción es desconocida; sin embargo, una posible vía para su expansión podría estar relacionada con su uso como planta medicinal en Ecuador. Actualmente, la especie está naturalizada en Ecuador y se ha registrado en las cuatro regiones, incluyendo las Islas Galápagos. Se detectó la presencia de la especie en 18 áreas prioritarias de conservación, donde su abundancia parece incipiente y su erradicación factible. La ciencia ciudadana (i.e. iNaturalist) proporcionó la mayoría de los registros de la especie, resaltando su importancia para monitorear especies invasoras. Aunque M. charantia tiene una presencia limitada en ambientes naturales (el 89% de los registros se encuentran en áreas perturbadas), la especie fue categorizada como de “alto riesgo” debido a que en Ecuador hay regiones climáticamente adecuadas para su establecimiento. Además, M. charantia tiene una alta capacidad de dispersión a larga distancia y un considerable potencial para convertirse en maleza en cultivos, representando una amenaza para la agricultura. Destacamos que la presencia de M. charantia en áreas perturbadas podría constituir una fuente de propagación hacia áreas cultivadas, donde la especie podría comportarse como maleza. El manejo de las poblaciones de M. charantia cerca de los cultivos podría mitigar sus posibles impactos agrícolas.