<p>El ajo ha estado ligado a la humanidad desde tiempos antiguos en los más diversos usos, como la culinaria, la medicina alternativa, la alelopatía y la agricultura orgánica. En Colombia se cultiva exclusivamente ajo del tipo morado; sin embargo, existe una brecha en el acceso, la regulación gubernamental y el conocimiento de los cultivares sembrados, lo que limita una óptima comercialización. El objetivo de este estudio fue evaluar el comportamiento financiero de los cultivares de ajo morado Nacional y Peruano en la región del altiplano cundiboyacense. La siembra se realizó del 24 al 29 de febrero de 2012. La densidad correspondió a 210.000 plantas/ha. Antes de iniciar la bulbificación, 85 a 90 días después de siembra (DDS), el cultivar Nacional registró una menor masa seca de la parte aérea (49 %) y de bulbo en formación (57 %), número de hojas (10 %) y altura de la planta (11 %) frente al Peruano, pero a partir de los 117 DDS no se observaron diferencias. El crecimiento y fenología del cultivo fue bastante similar. Aproximadamente, un mes antes de cosecha (130 DDS), el costo/hectárea estimado fue 17,3 % superior en el cultivar Peruano, debido a la mayor cantidad de semilla empleada (95,6 %). El productor local es muy vulnerable al precio fijado por pocos comercializadores del material de propagación e incluso en la venta del producto.</p>