El aprendizaje colaborativo, como técnica pedagógica, es utilizado frecuentemente en Educación Superior, teniendo en cuenta que saber trabajar en equipo es una competencia necesaria para la mayoría de las profesiones, especialmente para aquellas que se desarrollan en el ámbito educativo, dado que su trabajo precisa de la coordinación con otras personas y su acción educadora se dirige a otros individuos en los que deben promover conductas prosociales. En la elaboración de las actividades grupales, que conllevan el intercambio de información, la adopción de responsabilidades, el diálogo y la toma de decisiones, es habitual que para conseguirlo, los estudiantes utilicen la tecnología, en concreto WhatsApp, como herramienta de comunicación. El objetivo del estudio residió en el análisis y la valoración de las limitaciones de esta aplicación para la regulación de actividades académicas grupales. Se adoptó un enfoque descriptivo correlacional, recabando información mediante un cuestionario ad hoc que se implementó en 1709 estudiantes de los Grados en Educación Infantil, en Educación Primaria, en Educación Primaria de itinerario bilingüe y en Educación Social de la Universidad de Córdoba. El estudio reveló que, pese a las aportaciones de esta herramienta, su uso no está exento de limitaciones que obstaculizan las relaciones entre los miembros del grupo y el propio proceso de comunicación, sobre todo por la incomodidad de los chats grupales para conversaciones largas o complejas y los conflictos que pueden generarse al emitir mensajes confusos.