“…Las estimativas apuntan que mujeres víctimas de violencia presentan seis veces más probabilidades de sufrir disturbios mentales y cinco veces más posibilidades de cometer suicido, que las mujeres que no pasaron por esa experiencia (Correi, Meneghel & Hirakata, 2014;OMS, 2014). Los tratamientos mentales asociados con la exposición a la violencia comúnmente citados en la literatura son los trastornos del humor, los trastornos de ansiedad, los trastornos relacionados con el estrés, los trastornos por uso de sustancias y los trastornos obsesivocompulsivo (Habigzang, Schneider, Frizzo, & Freitas, 2018;Jonas et al, 2014;Mozzambini, Ribeiro, Fuso, Fiks, & Mello, 2011;Ribeiro, Andreoli, Ferri, Prince, & Mari, 2009). Debido a las consecuencias resultantes de la violencia, se considera esa temática como un problema social y de salud pública, que abre espacio para el desarrollo de estrategias de prevención y atención a la salud, garantía de los derechos humanos y de seguridad de la mujer (Arruda da Silva et al, 2012;Lamoglia & Minayo, 2009;OMS, 2014).…”