Este artículo puede ser consultado en versión completa en http://www.medigraphic.com/neumologia RESUMEN. Antecedentes: Las lesiones penetrantes del cuello representan del 5-10% de todos los casos de trauma que se presentan en el Servicio de Urgencias y dan como resultado una mortalidad signifi cativa. Caso clínico: Masculino de 34 años de edad que acudió al Departamento de Urgencias por presentar herida por proyectil de arma de fuego en cuello. Se le realizó intubación endotraqueal y trasladado a quirófano. Por medio de una incisión cervical transversa se observaron lesión esofágica y traqueal a nivel del tercero y cuarto anillo, se colocó cánula de traqueostomía en orifi cio anterior de lesión traqueal, desbridando bordes de lesiones esofágicas y cerrando de forma primaria. Se tomó un colgajo vascularizado de esternotiroideo para colocar parche muscular entre la lesión traqueal y esofágica, dejando drenaje y realizando gastrostomía. Al paciente se le dio alimentación enteral por la gastrostomía, al décimo día se inició vía oral sin datos de fuga. Conclusión: Es imprescindible colocar un colgajo de músculo vascularizado de esternocleidomastoideo o un músculo infrahioideo para proteger la reparación esofágica y reducir la incidencia de fuga y fístula traqueoesofágica. Palabras clave: Lesiones en cuello, lesiones traqueales, lesiones esofágicas, parche muscular. ABSTRACT. Background: Penetrating neck injuries represent 5-10% of all trauma lesions that present to the emergency room resulting in signifi cant mortality. Case report: 34-year-old male is brought to the emergency room with a gunshot wound in the neck. Urgent endotracheal intubation was performed and then referred to the operating room. We performed a transverse cervical incision observing both, esophageal and tracheal lesions comprising the third and fourth tracheal rings. A tracheostomy tube was put in place through the anterior tracheal lesion. Debridement of the borders and primary closure of the esophageal lesion was carried out in order to place a vascularized sternothyroid muscle fl ap between the tracheal and esophageal injuries. A drain is placed and gastrostomy is performed. Enteral nutrition via gastrostomy was indicated for ten days. Oral intake was reinstituted afterwards without evidence of leakage. Conclusion: A vascularized muscle fl ap, involving the sternocleidomastoid or infrahyoid muscles, is critical to protect the esophageal repair and reduce the incidence of tracheoesophageal fi stulas and leakage.