“…Por ejemplo, una vez un grupo de menores haga una distribución de recursos considerada injusta, pueden justificarse como grupo o individualmente diciendo que los receptores de los recursos son de un grupo diferente al propio, que se han portado mal en el pasado, o que la distribución es culpa del grupo y no de ellos, que solo se conformaron con lo que el grupo decidió; de este modo, se indica no solo una glorificación de grupo, sino la emergencia de lealtad que es esperada entre niños desde los cinco años (Misch, Over, & Carpenter, 2014;Peplak, Song, Colasante, & Malti, 2017;Mulvey, 2016). Afirmaciones verbales del tipo "no jugué con él/ella, porque no es mi amigo(a)" o "él se porta mal y por eso no jugamos con él", que reportan Wainryb y Brehl (2006) para situaciones en las que hay transgresiones morales en edad prescolar, encajan en mecanismos como la difusión de la responsabilidad, la comparación ventajosa o la culpabilización de la víctima.…”