“…Sabemos que en épocas posteriores, en torno a 2400 antes de Cristo, prospectores nubios colaboraban con las autoridades egipcias en la explotación de yacimientos minerales al este de Edfú o que poblaciones nubias locales extraían oro en la zona de la Cuarta Catarata, como una ocupación estacional complementaria de sus otras actividades económicas, a comienzos del segundo milenio antes de Cristo (Meyer, 2010). Y, por supuesto, los despachos de Semna (Kraemer & Liszka, 2016), la célebre escena de la caravana asiática representada en la tumba de Khnumhotep II de Beni Hassan o algunos pasajes del papiro Boulaq 18 (Allam, 2019, láminas 14, 16, 27 y 31), revelan el flujo de pequeñas caravanas que transportaban bienes diversos hacia Egipto y sus emporios en territorio nubio. En todo caso, los anales de Esnofrú, las referencias a expediciones navales y terrestres organizadas por los faraones Esnofrú y Quéops a comienzos de la IV dinastía, y las expediciones hacia el país de Punt que tuvieron lugar bajo el reinado de Sahuré sugieren que la corona intervenía activa y directamente en el aprovisionamiento de ciertos bienes de lujo, seguramente junto a las actividades desarrolladas por mercaderes privados, como los miter ya citados y documentados en Elefantina y Gebelein entre 2650 y 2500 antes de Cristo.…”