“…Lo más habitual es aislarlo como un patógeno oportunista en pacientes inmunocomprometidos en casos de poliartritis y artritis séptica [ 238 - 241 ]; absceso perifrénico [ 242 ], abscesos cerebrales [ 243 ], osteomielitis [ 244 , 245 ], uretritis [ 246 ], pielonefritis [ 247 ], meningitis postrasplante [ 248 ] e infección periprotésica posquirúrgica [ 249 ]. También asociado a embarazos de riesgo y complicaciones neonatales [ 250 ]; corioamnionitis, enfermedad pélvica inflamatoria, enfermedad pulmonar crónica en pretérminos [ 251 - 253 ], infertilidad [ 254 - 256 ], prostatitis [ 257 ] y vaginosis bacteriana [ 232 ], bronquiolitis en niños [ 258 ], poliartritis séptica en paciente con leucemia linfoblástica aguda [ 259 ], empiema pleural en paciente con linfoma B difuso de célula grande [ 260 ], artritis séptica en paciente con LES [ 261 ], diabetes insípida [ 262 ], bacteriemia postquirúrgica [ 263 ], coinfección junto a Chlamydia trachomatis en el síndrome de Reiter [ 264 , 265 ] y piuria estéril [ 266 ].…”