“…La presencia de microfósiles, microbialitas, y biomarcadores moleculares e isotópicos en rocas de más de 3000 Ma, indican que la vida microbiana era abundante en ambientes marinos, someros y profundos del Arqueano (Lowe, 1980;Walter et al, 1980;Awramik et al, 1983;Schopf, 1983;Walter, 1983;Walsh y Lowe, 1985;Rasmussen, 2000;Westall et al, 2001;Furnes et al, 2004;Shen y Buick, 2004;Tice y Lowe, 2004;Allwood et al, 2006;Banerjee et al, 2006;Westall et al, 2006aWestall et al, , 2006bUeno et al, 2006;Schopf et al, 2007 y referencias incluidas;Shen et al, 2009;Westall, 2010;Wacey et al, 2011). Ello apoya la idea de que las zonas costeras estuarinas fueron muy productivas en aquel tiempo, y que la fotosíntesis ya estaba operando (Awramik, 1992;Rosing y Frei, 2004;Tice y Lowe, 2004;Buick, 2008;Hoashi et al, 2009;Kato et al, 2009;Kendall et al, 2010), aunque tal vez no necesariamente oxigénica (Westall et al, 2011;Li et al, 2012).…”