Las cerámicas esgrafiadas, pese a su limitada presencia en el registro si se compara con otro tipo de decoraciones, han servido para definir cronológica y culturalmente la segunda mitad del V milenio cal AC en buena parte del sector oriental de la península ibérica. En este artículo nos centraremos en las series cerámicas de la Cova d’En Pardo (Planes, Alicante) y la Cova del Randero (Pedreguer, Alicante) que, por su amplitud y variabilidad estilística, permiten realizar una aproximación detallada a este tipo de producciones. Analizamos estos conjuntos, y otras evidencias del área oriental y meridional de la península ibérica, desde la perspectiva del estilo y de la cadena operativa implicada en su fabricación. Esto nos permite concretar un conjunto de similitudes y divergencias que sirven para abordar, desde una perspectiva mediterránea, su incidencia en las relaciones sociales y económicas del Neolítico Medio.