Este trabajo plantea varias reflexiones mantenidas por determinados colectivos de trabajadores que, sin y con afiliación, se han autoorganizado, colectiva y salarialmente, ante la supuesta pérdida de influencia del sindicato, lo que pudiera vincularlas a otra etapa más de confirmación de la capacidad transformadora del sindicalismo, en un complejo momento para los sindicatos denominados de clase que se encuentran adecuándose a los cambios experimentados por el mercado de trabajo. Además, ambos tipos de organizaciones -de clase y nuevas- se retroalimentan: de forma positiva, equiparándose como experimentadoras sociales, y de forma negativa, ya que sus respectivas formas de abordar las utopías sindicales parecen distanciarlas. Para su desarrollo nos hemos basado en el análisis crítico de la literatura disponible, así como en el estudio de fuentes primarias de las organizaciones objeto de estudio. La principal conclusión es la existencia de suficientes elementos para esperar que estas nuevas organizaciones operan transformaciones al obligar a replantearse los criterios clásicos de actuación de los sindicatos mayoritarios.