“…En Chile, Crovetto et al (29) encontraron que en un periodo de tres décadas el gasto del hogar dedicado a productos ultraprocesados pasó del 42 al 52 % y en Brasil, Silva Canella et al (30), en un estudio realizado en hogares, describieron que la contribución promedio de alimentos y bebidas procesados al total de energía dietaria disponible estuvo entre 15,4 y 39,4 %. En ese mismo estudio se encontró una asociación positiva entre la disponibilidad de alimentos ultraprocesados en el hogar y el IMC, con la prevalencia de exceso de peso Algunas experiencias en América Latina han mostrado resultados eficaces en el control del consumo de alimentos procesados.…”