“…Como nuevos horizontes desde los hallazgos investigativos se encontró (a) la posible influencia del contexto social (nivel de estudio, nivel económico, ciudad natal) e historia previa del sujeto (Cantillo, Arellana, & Rolong, 2015) sobre la elección de seguimiento o transgresión, así como la preferencia inicial y posterior del tipo de CGR, pues la historia de aprendizaje personal es una variable que por las diversas características de los contextos viales del país, complejizó el control de una historia previa equivalente para todos los participantes en relación con las reglas presentadas a nivel experimental. (b) Se reconoce que desde la psicología jurídica quedan abiertas varias temáticas para la investigación en temas de tránsito, tales como la comparación de los efectos generados por un mismo PPV en diferentes grupos de actores viales (Twiska, Commandeura, Vlakvelda, Shopeb, & Kokd, 2015), la influencia de las diferencias culturales en la caracterización de los PPV (Coogana, Campbellb, Adlerb, & Forwardc, 2014;Solmazer, Üzümcüoğlu, & Özkan, 2016), caracterización forense de población privada de la libertad a razón de transgresión a la normatividad de tránsito (Faílde-Garrido, y otros, 2016) o la evaluación un PPV basado en testimonios de víctimas de actidentes de tránsito (Cuenena, y otros, 2016), de modo que desde el abordaje psicojurídico de temáticas estrechamente relacionadas con la psicología del tránsito, es posible lograr una formulación coherente de PP basadas en evidencia, favoreciendo el interes que tiene el país desde el plan de desarrollo para las ciudades (Resoluciones 1282 de 2012 y 2273 de 2014, [Ministerio de Transporte, 2012; 2014]) en la mejora del contexto vial del país, a nivel de movilidad, seguridad y prevención vial.…”