El estudio del extractivismo es relevante en América Latina, existe un amplio debate sobre los procesos sociales y ambientales que produce en los territorios. Los gobiernos latinoamericanos destacan los altos niveles que registran los indicadores macroeconómicos de la actividad, como el carácter superavitario de la balanza comercial, el valor de las exportaciones de minerales o la contribución al Producto Interno Bruto; al mismo tiempo, estudios académicos argumentan que la minería fomenta el desarrollo económico y contribuye a la reducción de la pobreza en las zonas donde se implementa. Sin embargo, este trabajo sostiene que el extractivismo minero conduce a la concentración privada de riqueza y a la proliferación de conflictos socioambientales. Mediante una revisión de literatura especializada y de un análisis de variables con estadística descriptiva se analizó la relación entre el extractivismo, la concentración privada de riqueza y los conflictos socioambientales. Se encontró que, a pesar del superávit de ingresos por las exportaciones de cobre, las aportaciones de este sector a la economía van en detrimento; dicho superávit contrasta con el déficit de material del cobre y el agotamiento de otros recursos naturales necesarios para la vida. Las zonas donde se localizan los principales proyectos mineros presentan datos de pobreza multidimensional elevados en comparación con las ganancias creadas por la minería. Esto denota una distribución desigual de la riqueza y una concentración de daños ecológicos en los territorios de extracción, lo que impulsa el surgimiento de conflictos socioambientales.