“…Si no se asume positivamente el cambio, si no se cuenta con una trayectoria previa consistente, si no se está verdaderamente convencido de los intereses y de los proyectos que guían la trayectoria de cada uno, el abandono es una posibilidad que se contempla con mucha frecuencia. El alumnado que accede a la formación universitaria con expectativas claras, comprometido con su proyecto formativo, dispuesto a implicarse en su formación, activo en el aprendizaje y responsable con su papel de estudiante tiene muchas posibilidades de adaptarse, lograr sus objetivos y obtener un buen rendimiento en su aprendizaje (Greene et al, 2004;Conde et al, 2017). Los resultados de esta investigación sirvieron para corroborar que el alumnado en proceso de transición a la universidad estaba implicado en su formación, puesto que se habían esforzado por lograr calificaciones académicas altas que les permitieran acceder a los estudios que les interesaban, tener expectativas favorables respecto a finalizar con éxito el bachillerato, superar la EBAU y tener un buen rendimiento académico en la etapa preuniversitaria.…”