Introducción La prostatectomía radical (PR) es el patrón de oro para el manejo quirúrgico con intención curativa del cáncer de próstata. Sin embargo, tiene secuelas importantes como la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. El objetivo de este estudio es describir la prevalencia de las secuelas y el compromiso de calidad de vida de los pacientes llevados a PR abierta en un centro de alta complejidad.
Materiales y Métodos Se revisaron los datos de los pacientes llevados a prostatectomía radical en el Hospital Universitario San Ignacio desde el año 2005 hasta el año 2015. Se seleccionaron aquellos que tuvieran más de 12 meses de postoperatorio, previo consentimiento informado verbal por vía telefónica se aplicó el cuestionario UCLA PCI. La información fue organizada para su análisis en una base de datos construida con ese fin para posterior aplicación de las estadísticas descriptivas que permitieran resumir y describir los resultados.
Resultados Durante los años analizados, se realizaron 231 prostatectomías radicales. Se logró tener contacto con 112 de ellos a los cuales se les aplicó el cuestionario UCLA PCI. En el dominio de función urinaria, 57% de los pacientes reportan tener “control total de la orina,” 53% nunca tienen escape involuntario de la orina, 82% no requieren el uso de protectores y 62% presentan goteo de orina menos de 1 vez por semana. En cuanto a la función sexual, 69,3% califican su habilidad para tener una erección como pobre o muy pobre, 25% regular y 7% buena o muy buena. Para 20% la erección es suficiente para lograr el coito. Y para 52% esa función implica un problema en su vida. El impacto en la calidad de vida mostró que un 91,8% de los pacientes consideran que su salud es en general buena muy buena o excelente y un 70% no tienen ningún tipo de limitación física.
Conclusiones La prostatectomía radical tiene un impacto importante no despreciable en la calidad de vida de los pacientes, especialmente en lo referente a la función urinaria y sexual. Su impacto en la calidad de vida debe ser considerado al momento de realizar la consejería previa a la toma de decisiones en el manejo definitivo del cáncer de próstata con el fin de que el paciente tenga unas expectativas claras en ese sentido.