El presente artículo plantea un hibridismo entre los principios de las ciencias naturales para filósofos como Bacon y Descartes y la episteme de los pueblos originarios. Se aborda la colonialidad como un factor que valida el currículum monocultural proveniente de Europa, que inferioriza los conocimientos y sentidos culturales de los pueblos originarios, lo que generan una desigualdad de oportunidades. La enseñanza de las ciencias tiene como principal modelo el de transmisión, lo cual no logra un aprendizaje significativo en los estudiantes, y además se presenta descontextualizada, lo que no favorece la motivación. Es por ello que la enseñanza de las ciencias debiera considerar modelos constructivistas, ya que estos otorgan un papel activo al alumno en la construcción de su aprendizaje. Así surge la necesidad de incorporar un enfoque de educación intercultural para el conjunto de la población, ya que la ciencia occidental ocupa lugares predilectos, por lo cual se plantea recuperar los conocimientos tradicionales ancestrales y que las escuelas funcionen sin generar desigualdades. Es así como el docente toma un rol protagónico y deben considerarse capacitaciones sobre interculturalidad durante su formación. Finalmente, se plantean ejemplos de cómo la enseñanza de las ciencias naturales puede incorporar conocimientos indígenas.