“…En el regreso a las atenciones presenciales, con la flexibilización de las medidas, el uso de tapabocas y protectores faciales dificultó el alcance de la voz y la observación de los gestos del cliente, lo que permitió visualizar a la alternativa online como ventajosa en ese punto al no tener la necesidad de utilizarlos. La telepsicología permitió acceso rápido ante la saturación del sistema sanitario por casos COVID-19 (Gutiérrez, 2020), reduciendo costes de traslado (Macías y Valero, 2018); además, fue posible identificar cambios en los pacientes del servicio telepsicoterapeutico (Argüero-Fonseca et al, 2021), es decir, que a pesar de que se pueda creer que hay una gran desventaja de las intervenciones virtuales ante las presenciales, algunos reportes señalarían que estos en realidad obtuvieron adecuados resultados (Greenwood et al, 2022;Castrillo y Mateos, 2021;Haas et al, 2022;Cabas-Hoyos, 2020;Olivella-López et al, 2020;De la Rosa, 2021;Gros et al, 2011).…”