Como variante de la verificación periodística tradicional, en los últimos años ha surgido el fact-checking, caracterizado por la relevancia del componente digital en el proceso de contraste de la información. Partiendo de esto, el propósito fundamental de esta investigación estriba en conocer las rutinas profesionales y el nivel de capacitación en verificación de los fact-checkers españoles. Para ello, se distribuyó entre mayo y junio de 2023 un cuestionario compuesto por 29 preguntas a los periodistas de las plataformas de verificación españolas (n=18). Los resultados evidencian el protagonismo de la verificación en la organización temporal en el trabajo periodístico, si bien Política, Economía y Sanidad son las áreas informativas que implican una mayor exigencia y, por tanto, mayor dedicación. El grueso de los encuestados considera que la calidad del fact-checking sería mayor si tuvieran menos carga de trabajo. Para ese proceso, se nutren principalmente de fuentes académicas y gubernamentales, que son, a su vez, a las que otorgan mayor fiabilidad. A esto habría que añadir la creciente importancia de las herramientas digitales, si bien la variedad de estas es aún moderada, lo que se podría achacar fundamentalmente a la escasa formación específica sobre verificación que han recibido.