Durante el período Inka las poblaciones de los valles Calchaquíes participaron en economías donde la producción, distribución y consumo de bienes se dio tanto a escala familiar y/o comunitaria como en el marco de una economía política imperial, en que las actividades y servicios estuvieron supeditados a una integración social jerárquica dentro de una estructura previamente inexistente. Esta participación diferencial puede observarse a través de diversas materialidades y a diferentes escalas. Aquí partimos del supuesto que la preparación y consumo de comida y bebida materializan diferentes tipos de relaciones sociales y constituyen una línea de evidencia a través de la cual podemos observar estas dos esferas de participación. En este trabajo realizamos un primer acercamiento al problema a través del estudio de residuos orgánicos preservados en seis vasijas cerámicas procedentes de los sitios arqueológicos de Tolombón y Pukará y Tambo de Angastaco (Salta, Argentina) aplicando cromatografía gaseosa acoplada a espectrometría de masa. Asimismo, se analizaron 22 especies alimenticias actuales de la zona de estudio a fin de contar con una colección de referencia comparativa más adecuada que las disponibles actualmente. Los resultados obtenidos sugieren que existió una variabilidad de usos para los distintos tipos morfológicos cerámicos analizados en contextos de prácticas alimentarias a escala doméstica y estatal en los asentamientos investigados.