“…En lo que se refiere al móvil y redes sociales, y con independencia de si se trata de trastornos mentales, que es lo que se clasifica en los manuales de la APA y de la OMS, existe evidencia clínica, científica y un amplio consenso social acerca de la existencia de problemas psicológicos de índole adictiva relacionados con el uso de las TIC (Block, 2008;Chóliz, 2010;Echeburúa, Labrador y Becoña, 2009;Petry y O´Brien, 2013). El hecho de que se consideren como un trastorno mental o como un problema psicológico es actualmente objeto de debate (Carlisle, Carlisle, Polychronopoulos, Goodman-Scott y Kirk-Jenkins, 2016;Kuss y Griffiths, 2017;Northrup, Lapierre, Kirk y Rae, 2015), pero lo que no cabe duda es de que hay personas que en su uso de las tecnologías muestran los principales criterios que definen las adicciones (tolerancia, presencia de síndrome de abstinencia, dificultad en controlar la conducta, obsesión por su uso, etcétera). Las principales adicciones a las tecnologías serían Internet/redes sociales (Tsai y Lin, 2003;Young, 1998) y móvil (Billieux, Van der Linden, d´Acremont, Ceschi y Zermatten, 2007;Chóliz, 2010), además de los videojuegos (Griffiths, Kuss y King 2012;, que ya han sido mencionados anteriormente y que sí que se considera como un trastorno mental, especialmente por la OMS.…”