RESUMENLos museos de ciencias han sido concebidos, tradicionalmente, como lugares de esparcimiento y exponentes propagandísticos de los logros científicos, contribuyendo a transmitir visiones de la ciencia y la tecnología de un optimismo simplista. En este artículo analizamos la posibilidad de que se conviertan en ocasión de reflexión crítica sobre los problemas de la humanidad, incorporando una mayor atención a las relaciones CienciaTecnología-Sociedad-Ambiente (CTSA), que enmarcan el desarrollo científico.Palabras clave: Educación científica no reglada; Museos de ciencias; Relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente (CTSA); Emergencia planetaria.
IntroducciónDesde hace algunos años organismos internacionales y numerosos autores vienen insistiendo en la necesidad de que la educación preste una especial atención a la preparación de los ciudadanos y ciudadanas para hacer frente a la situación de crisis planetaria que estamos viviendo (Naciones Unidas, Conferencia de La Tierra, Río de Janeiro 1992). Este llamamiento se dirige a los educadores de cualquier materia y nivel y se extiende igualmente a los responsables de la educación "no reglada' (museos, medios de comunicación...).El objeto de nuestra investigación se centra, precisamente, en analizar el papel que están jugando y pueden jugar los museos de ciencias en este aspecto esencial de la educación ciudadana. Ello se enmarca en la creciente demanda dirigida a los profesores de ciencias para que abramos la escuela hacia el exterior y organicemos visitas a museos, exposiciones temporales, centros en los que se ofrecen talleres de prácticas científicas.., al tiempo que se potencia el uso de diferentes medios de comunicación: páginas científicas de la prensa diaria, revistas y libros de divulgación, documentales cinematográficos, programas informáticos, etc.