los dos diagnósticos. Así, la presencia de TDAH en pacientes con TUS se ha asociado a un inicio más precoz del consumo de sustancias, a un mayor consumo y a una peor respuesta terapéutica (Pérez de los Cobos et al., 2014). Así mismo, la presencia de un TUS en pacientes con TDAH se ha asociado a un incremento del riesgo de conductas delictivas y de muerte por accidentes (Mannuzza et al., 2008;Dalsgaard et al., 2015).Varias teorías han tratado de elucidar la relación entre el TDAH y el desarrollo de TUS. Esta asociación podría explicarse por la dificultad propia de los pacientes con TDAH para controlar los impulsos que podría llevar a un aumento del consumo de sustancias y, consecuentemente, a un incremento del riesgo de desarrollar un TUS (Urcelay y Dalley, 2012). También podría ser que los pacientes con TDAH utilicen las drogas de abuso para mitigar los síntomas de TDAH, y con el uso repetido de estas sustancias se desarrolle una dependencia a las mismas; es lo que se conoce como hipótesis de la automedicación (Khantzian, 1985;Wilens et al., 2007). En ambos casos, un tratamiento eficaz del TDAH podría disminuir el consumo de tóxicos y mejorar el TUS. Otros factores que se han implicado en la asociación entre TDAH y TUS son la presencia de un trastorno de conducta y el deterioro académico y social asociado al TDAH (Molina y Pelham, 2014).Aunque la comorbilidad entre TDAH y TUS es habitual, poco se conoce acerca de la eficacia de la intervenciones farmacológicas y psicológicas tanto para el TDAH como para E l Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una de las enfermedades psiquiá-tricas más frecuentes en la infancia (Polancyk et al., 2007). El TDAH puede persistir en la edad adulta en la mitad de los pacientes (Lara et al., 2009), con una prevalencia en esta población de entre 2,5 y 5% (Kessler et al., 2006, Simon et al., 2009. Algunos estudios sugieren que el TDAH incide negativamente a nivel académico, laboral, social, legal y familiar (Biederman et al. 2012;Klein et al. 2012; Manuzza et al. 2008). Además el TDAH en la infancia se ha asociado a un aumento del riesgo de consumo de sustancias en la adolescencia y en la edad adulta (Carach et al., 2011;Lee et al., 2011). El 15% de los pacientes adultos con TDAH pueden presentar un trastorno por uso de sustancias (TUS), según datos de estudios poblacionales (Kessler et al., 2006). La prevalencia de TUS encontrada en muestras clí-nicas es incluso más alta. Así, se ha descrito que a lo largo de la vida, hasta un 50% de los pacientes adultos con TDAH pueden presentar una dependencia de cannabis (Torgersen et al., 2006), un 45% un abuso o dependencia de alcohol (Biederman et al., 1998), un 40% una dependencia de nicotina (Pomerleau et al., 1995), un 21% una dependencia de cocaína (Lambert y Hartsough, 1998) y un 30% una dependencia de otras sustancias (Wilens, 2004). Así mismo, un 23% de los pacientes con TUS presentan un TDAH comór-bido (van Emmerik-van Oortmerssen et al., 2012).Los pacientes con TDAH y TUS suelen tener un peor pronóstico que aqu...