Fact-checking in war: Types of hoaxes and trends from a year of disinformation in the Russo-Ukrainian war

Abstract

This study explores the verification of the contents related to the coverage of the Russo-Ukrainian war during the first year of the conflict. We address the analysis of false information collected from the EDMO database by the Spanish fact-checking organizations: AFP Factual and Comprovem, EFE Verifica, RTVE Verifica, Maldita.es, Newtral and Verificat. Based on the results obtained, a typology has been established to identify the style, format and content of the misinformation under study. In this way, we follow the main trends in the manipulation dynamics that shaped the media coverage of the latest war in European territory. In total, up to 307 verifications by verifiers working in the Spanish context are analyzed. Unlike the hoaxes related to the origin of the coronavirus, in which the preferred format was the text message, in the invasion of Ukraine visual evidence has prevailed in the media coverage of the conflict during the initial phase of the conflict. We will see which are the social networks in which the greatest traffic and viralization of false news is detected, exposing users to manipulative content to a greater extent. Likewise, the potential implementation of a transnational network to combat disinformation in war contexts will be assessed. We will pay special attention to the important role of Spanish fact-checkers both at the European level and in identifying false information, avoiding its dissemination in Latin America. And, finally, we will detect the new challenges that war fact-checking faces, as a result of the evolution of falsification strategies in the construction of the collective narrative about the Russo-Ukrainian war in the post-truth era.

Disinformation and Fact-Checking in the Face of Natural Disasters: A Case Study on Turkey–Syria Earthquakes

“…Based on the results obtained, a recommendation to combat the disinformation generated in disaster situations is proposed. This would involve generating standardized dissemination metrics so that the information already disproved by the verifying agencies can be distinguished from new disinformation, thus saving verification efforts, reducing workload, and combating to a greater extent the flow of disinformation and the viralization of already verified hoaxes [109].…”

Desinformación sobre la guerra de Israel-Hamás: Análisis de las fake news identificadas por las plataformas de verificación españolas

“…Esto último suele registrarse en la desinformación sobre conflictos armados (cf. García-Marín y Magallón-Rosa et al, 2023), pero no en otros ámbitos temáticos (López-Martín et al, 2023;Ruiz-Incertis et al, 2024). Si bien la preponderancia de fuentes anónimas se demuestra una constante del fenómeno de la desinformación (Pérez-Curiel y Velasco-Molpeceres, 2020; Gutiérrez-Coba et al, 2020), no por ello deja de ser reseñable la difusión lograda por estos contenidos fraudulentos pese a la no identificación de su procedencia.…”

“…El presente estudio, referido a los bulos difundidos en España durante los primeros cinco meses de la guerra entre Israel y Hamás, ha permitido profundizar con datos empíricos en el fenómeno de la desinformación bélica. Lo primero que se ha constatado es el elevado interés suscitado por el conflicto, como pone de manifiesto el volumen de bulos registrado, especialmente durante el primer mes de enfrentamientos, como ocurrió con la guerra de Ucrania (García-Marín y Salvat-Martinrey, 2023; Magallón-Rosa et al, 2023).…”

“…Centrándonos en el terreno bélico, su análisis es sumamente importante, ya que aquí la desinformación distorsiona la percepción y la interpretación de acontecimientos especialmente dramáticos (Magallón-Rosa et al, 2023), de profundas repercusiones colectivas. En estos contextos, como apunta Rodríguez-Tranche (2019), se refuerza el papel de la fotografía como eje del relato frente al texto, lo que impulsa la potencia manipuladora de los mensajes, ya que las imágenes gozan de mayor credibilidad y eran hasta ahora aval de la máxima objetividad (Caballo-Méndez y De-Santiago-Mateos, 2021).…”

“…Señalan que la estrategia de desinformación más frecuente es la del falso contexto, especialmente vinculada a los ataques militares, y que Facebook es el canal principal para su difusión. García-Marín y Salvat-Martinrey (2023) insisten en que el conflicto ruso-ucraniano ha supuesto un cambio en la forma de utilizar la propaganda: tradicionalmente se dirigía a un público interno para exaltar plataformas se suma a las diversas estrategias -políticas, militares o psicológicas-con la intención de mermar la capacidad de respuesta del adversario e interferir en la opinión pública (Susska et al, 2022;Magallón-Rosa et al, 2023). Las redes se han convertido en uno de los principales canales de circulación y difusión de contenidos, donde, además de los medios, entra en juego la población en la construcción del relato (Maharani, 2024).…”