“…Si bien existe evidencia a nivel poblacional de que el consumo excesivo de alcohol está relacionado con la violencia, ya sea en el caso de ser víctima o ser agresor, en el marco de la violencia de pareja (Fiestas, F.; Rojas, R.; Gushiken, A. y Gozzer, E. 2012), vincularse con violencia grave pues en los hombres que ejercen violencia adictos al alcohol o a las drogas, la adicción actúa como un desinhibidor; (Echeburúa, E;Fernández-Montalvo, J. 2009), además, se ha demostrado que el uso del alcohol hasta la embriaguez por parte de la pareja constituye un factor asociado estadísticamente con el hecho de sufrir violencia de pareja (Blitchtein-Winicki, D.;Reyes, E. 2012). Así mismo, quienes ejercen violencia física y/o sexual -en contraste con quienes no la ejercen-tienen niveles más altos de consumo de alcohol y drogas; y en mucha mayor proporción, tienden a participar en peleas físicas con sus congéneres.…”