“…La identidad profesional docente se comprende como un proceso de configuración del sujeto, que surge de la interacción y transacción entre la individualidad atribuida por otros y la identificación asumida (Ritacco & Bolívar, 2018), es un proceso de construcción de significados, sentimientos, creencias, saberes, actitudes, valores que el docente se atribuye a sí mismo y a los demás como profesional de la enseñanza que le posibilitan un mejor desempeño profesional, mayor compromiso con la profesión, autoeficacia y toma de decisiones profesionales (Díaz-Guío et al, 2023;Zhu, 2017), vinculados a la misión, objetivos, valores y compromisos sociales que conforman el quehacer universitario (Valdez et al, 2019). Se encontró que la identidad profesional se construye a partir de la oportunidad de convertirse en docente (Bohórquez-Góngora et al, 2023), no es estática ni se hereda, es continua, un proceso inconcluso y en constante cambio (de Souza et al, 2023). Entonces, se puede afirmar que la identidad es producto de la construcción y reconstrucción de creencias, ideas, valores, sentidos, experiencias y aprendizajes vivenciadas a lo largo de la vida profesional (Cardoso, 2010;de Faria & Trevisan, 2011;Pires et al, 2019).…”