“…Los períodos repetidos de estrés suelen preceder al síndrome de burnout, traducido como quemarse por el trabajo, que resulta de la interacción de variables del entorno laboral y personal aludiendo a una serie de síntomas y sentimientos asociados al estrés laboral. Estos síntomas se caracterizan por un agotamiento emocional, falta de energía, distanciamiento y cinismo hacia los destinatarios, sentimientos de incompetencia, deterioro del autoconcepto profesional, actitudes de rechazo hacia el trabajo (Gil-Monte & Peiró, 1999;Jiménez & Moyano, 2008;Olmedo et al, 2001); otros diversos síntomas psicológicos como irritabilidad, ansiedad, tristeza y baja autoestima e insatisfacción laboral (Moriana, 2006) y síntomas físicos como enfermedades respiratorias y alergias (Fu, Lindgren, Wieslander, Janson, & Norbäck, 2016). Maslach y Jackson (1986) propusieron tres dimensiones del burnout:…”