Resumen
Objetivo
Conocer las características y las diferencias clínicas entre pacientes institucionalizados y los de programas de atención domiciliaria.
Diseño
Estudio observacional descriptivo transversal multicéntrico.
Emplazamiento Sevilla, 2016.
Participantes
Un total de 1.857 pacientes ancianos (1.441 institucionalizados y 416 en domicilio).
Mediciones
Las variables estudiadas fueron: sexo, edad, estado civil, apoyo familiar, patologías, criterios de pluripatología y fármacos. Se valoraron el estado funcional y el cognitivo mediante las escalas de Barthel, Lawton-Brody y Pfeiffer.
Resultados
Un 71,40% fueron mujeres. Estadísticamente el hecho de estar institucionalizados o vivir en el domicilio se relaciona con las siguientes patologías y categorías: esquizofrenia (p < 0,001), HTA (p = 0,012), DM (p = 0,001), FA (p< 0,001) y neoplasias (p = 0, 012), A1 (p = 0,012), A2 (p < 0,001), B1 (p < 0,001), B2 (p = 0,002), C (p < 0,001), E1 (p < 0,001), E3 (p = 0,01), F2 (p < 0,01), G2 (p = 0,024) y H (p = 0,005). El promedio del índice de Barthel de la muestra fue de 49,1 ± 34,45 (IC 95%: 47,49-50,7), el de Lawton-Brody en domicilio fue de 2,33 ± 2,49 y en institucionalizados, de 1,59 ± 2,12. La media de la escala de Pfeiffer fue de 4,93 ± 3,53.
Conclusiones
Se asocia con la institucionalización el deterioro cognitivo, consecuencia de posibles patologías neurológicas (categoría E3) y psiquiátricas. Por el contrario, no se asocia con la comorbilidad del paciente, puesto que es muy elevada en pacientes en situación de atención domiciliaria con mejores estados de independencia funcional y cognitivo.