“…Sin embargo, queremos revindicar el papel terapéutico de la eritrocitaféresis terapéutica como alternativa a la flebotomía o clásica sangría, no solo por su mayor eficiencia, sino también por su mejor perfil de seguridad, por el retorno del plasma y demás componentes, así como en caso de ser necesaria una reposición de volumen, convirtiéndose en una técnica isovolémica 5 . Esto permite a los pacientes jóvenes, activos, perder menos días o jornadas de trabajo, y reducir desplazamientos y visitas a los hospitales, y a los pacientes mayores o cardiópatas realizarlas con un perfil hemodinámico más seguro 5,6 . Además, permitiría, en casos que se acompañen de trombocitosis sintomática, retirar trombocitos para alcanzar una cifra de plaquetas más segura (recomendación: grado 2C; categoría: II) 7 .…”