“…Para encarar este problema, los gobiernos de diversos países han implementado programas de suplementación y fortificación de alimentos que muchas veces no llegan a los pobladores del ámbito rural [2,7]. La biofortificación en base a la gran diversidad de plantas existente es una alternativa complementaria, viable y eficiente, orientada al desarrollo de micronutrientes y vitaminas en cultivos básicos como arroz, camote, maíz, trigo, yuca, entre otros, utilizando principalmente el mejoramiento convencional (sin incluir organismos genéticamente modificados) y el manejo agronómico [2,3,7,8,9,10,11,12,13]. Es decir, la propia planta produce los micronutrientes y vitaminas que la persona necesita y el manejo es similar al de los cultivos no biofortificados.…”