RESUMEN Los teratomas quísticos maduros, también llamados quistes dermoides, son las neoplasias ováricas más comunes y representan el 30% de los tumores benignos de ovario. Generalmente afecta a mujeres en edad reproductiva, suelen ser asintomáticos (pudiendo causar abdomen agudo en caso de torsión, ruptura o infección) y se diagnostican por ecografía pélvica o transvaginal, siendo por lo regular un hallazgo. Para su diagnóstico diferencial se puede recurrir a marcadores tumorales, sin embargo, su diagnóstico final es histopatológico. Su tratamiento es mediante cirugía conservadora de ovario (cistectomía), es decir, escisión del teratoma quístico maduro, como tratamiento de primera línea, sin embargo, en algunos casos puede requerir de ooforectomía, reservándose la misma por tratarse por lo general de pacientes en edad reproductiva. Se ha encontrado una tasa de recurrencia posquirúrgica alrededor del 3-4%, lo cual ha sido asociada con factores clínicos como la bilateralidad de las lesiones, edad de la mujer menor de 30 años y un tamaño del teratoma mayor de 8 centímetros. Es importante conocer lo anterior para llevar a cabo un mejor control posquirúrgico y una detección precoz de la recurrencia.